Salvaje y maravillosa, Menorca es la isla más virgen de las Islas Baleares. Al salir del yate, se siente inmediatamente el ambiente de calma. Con 216 km de costa, paredes de piedra que se tragan la isla en medio de parques naturales, Menorca es el secreto mejor guardado de las Islas Baleares. Un placer para los sentidos, se puede tomar el sol en los sonidos de la naturaleza, con el canto de los pájaros y los palmadas del mar en las rocas, los seductores olores de la cocina mediterránea servidos en los chiringuitos locales y los lugares con atardeceres dorados reflejados frente a las bahías rocosas son sencillamente espectaculares.
Con un paisaje natural bien conservado y un turismo mínimo, la isla más oriental de las Islas Baleares es mucho más tranquila que las demás, a menudo se sentirá como en una isla privada. Menorca tiene una energía tranquilizadora que es única en su existencia. Los residentes están deseando compartir lo especial de Menorca y siempre le recibirán con una sonrisa. Encantador y pintoresco, hay una inmensa cantidad de paisajes y vida costera por descubrir, con fincas rurales iluminadas por el sol y campos con una fauna exuberante y verde.
Con más playas que Mallorca e Ibiza juntas, en Menorca nunca dejará el mar para explorarlas. Debido a su modesto tamaño se puede circunnavegar fácilmente toda la isla y tomar el sol durante todo el día en varias bahías donde se puede sumergir en las frescas aguas del Mediterráneo. También puede practicar snorkel en las cuevas de la Cova des Pardals o en los restos de naufragios de la costa noroeste de la isla. Pase algún tiempo en tierra firme, por ejemplo montando en el Camí de Cavalls (Sendero de Caballos), que rodea la isla.
Contacte con los habitantes de una de sus dos grandes ciudades, Ciutadella o Mahón, que se parecen más a las grandes ciudades que a un centro urbano. Las paredes de piedra serpentean la isla desde los 216 km de costa con fantásticas playas como Cala Mitjana y los parques naturales protegidos del interior. Rodeada de interminables muros de piedra, Menorca es con diferencia el secreto mejor guardado de las Islas Baleares.