Ampliamente conocida como el estado del sol, Florida es el destino final para tomar el sol sin importar la época del año en que se encuentre. Un país de maravillas de playas interminables, esta península dorada le ofrece dos costas drásticamente diferentes. Al este, Miami se destaca como la estrella del estado. Una ciudad costera vibrante con proximidad al Caribe, inmediatamente se siente la emoción que existe dentro de la ciudad. Navegue por la isla de las estrellas hasta las principales playas de la ciudad, donde podrá bajarse del barco y disfrutar en las cálidas arenas de la famosa South Beach. Con su estilo art decó y sus edificios curvilíneos de colores pastel, Miami Beach es un lugar encantador. Navegue a través del Río Miami que lo guiará directamente al corazón de la ciudad entre los rascacielos de arriba. Una vez que caiga la noche, diríjase al Mary Brickell Village para cenar en uno de los muchos restaurantes con estrellas Michelin de esta deslumbrante ciudad. Con una vibrante vida nocturna, esta ciudad que nunca duerme te ofrece infinitas oportunidades para bailar hasta el amanecer. Con algunos de los clubes nocturnos más renombrados del mundo, Miami nunca decepcionará.
Diríjase al sur para tomar un respiro en una de las muchas islas de los Cayos de Florida. Esta cadena de islas contiene más de 1.700 en total y muchas de ellas están deshabitadas. La ubicación perfecta para practicar snorkel, buceo y pesca, Florida tiene una gran variedad de vida marina. A bordo tendrá la vista perfecta del mejor espectáculo del mundo, una puesta de sol en Florida.
Al oeste, usted puede navegar por el Golfo de México hasta una de las playas mejor valoradas de toda Norteamérica, Pensacola Beach. Esta playa es bien conocida por sus suaves playas de arena y por su delicada fauna. Una ubicación perfecta para practicar deportes acuáticos, bucear y descubrir la vida marina que existe en las aguas templadas del oeste de la Florida. Florida, con sus interminables costas y sus pintorescas playas, tiene algo para todos los gustos.
